Según informó este jueves el organismo que preside Julio Segura, la principal modificación ha sido la separación orgánica de dos áreas primordiales en la atención a los ciudadanos: el servicio de reclamaciones y consultas, y la formación del inversor.

La CNMV explicó que dado el elevado incremento en el número de reclamaciones -que se duplicaron en 2009-, así como de consultas -un 15,7% más-, y su mayor complejidad técnica y jurídica, el organismo ha considerado necesaria "una mayor especialización de su personal y mayor apoyo y refuerzo por parte de la Dirección General del Servicio Jurídico". El objetivo es "agilizar y mejorar la tramitación de reclamaciones y consultas".

De este modo, el Departamento de Inversores pasa a tener como misión central y única la atención y tramitación de reclamaciones y consultas de los inversores y queda adscrito a dicha dirección general.

Esta modificación no afectará de forma alguna a las vías de contacto de los inversores con la CNMV, pues continúa a su disposición la Oficina de Atención al Inversor con la que pueden contactar por teléfono, a través del Portal del Inversor de la Comisión o presencialmente concertando una cita con su personal técnico.