El estudio, basado en una encuesta a 816 personas de 24 comunidades de Kivu Norte y Kivu Sur, revela que el 60% de los entrevistados siente más inseguridad que el pasado año, con las mujeres y los niños en especial riesgo.

La consulta se realizó en las áreas donde se está llevando a cabo la operación militar "Amani Leo" ("Paz hoy"), respaldada por Naciones Unidas, contra la guerrilla de las Fuerzas Democráticas de Liberación de Ruanda (FDLR) y otros grupos guerrilleros.

El 75% de las mujeres encuestadas dijo tener más sensación de peligro que hace un año, cifra que aumenta al 99% en zonas de Kivu Sur, donde se concentran las operaciones de "Amani Leo".

Asimismo, el 65% de los jóvenes entrevistados dijo que corren más riesgos que el año pasado, porcentaje que sube al 100% en las áreas donde se concentra el operativo militar. Además, las mujeres afirmaron que las violaciones han aumentado en 20 de las 24 comunidades donde se ha llevado a cabo el estudio.

Los encuestados de 19 de las 24 comunidades señalaron que, a pesar de la ofensiva, el FDLR y otras milicias siguen siendo responsables de actos de violencia extrema, como las violaciones y los incendios de pueblos enteros.

Sin embargo, el ejército congoleño ha sido identificado como el principal realizador de estos abusos, ya que los soldados suponen una amenaza en 23 de las 24 comunidades encuestadas.

A pesar de que en 11 comunidades mencionaron que los militares protegen a la población con patrullas nocturnas y velando para evitar los secuestros por parte del FDLR, sólo una comunidad no ha sufrido abusos del ejército congoleño.

En algunas áreas los crímenes cometidos por los soldados han sido salvajes (asesinatos, torturas, incendios de viviendas y violaciones en grupo) y no se distinguen de ninguno de los peores abusos del FDLR.

El responsable de Oxfam en la República Democrática del Congo, Marcel Stoessel, consideró necesaria una reforma militar porque "desplegar tropas sin raciones de comida diarias y que no cobran su salario asegura de algún modo que los abusos contra los civiles van a continuar. Y ponerse una venda en los ojos ante los crímenes de los soldados no hace más que provocar que otros sigan cometiendo más".