Según dijo a Servimedia, las declaraciones de algunos responsables políticos catalanes de las últimas semanas evidencian que "no piensan respetar la sentencia (en caso de serles adversa) más que por la fuerza".

Esa actitud, señaló, hace "mucho daño a la democracia" y pone en entredicho la exigencia de acatar y respetar las decisiones de los jueces.

Gallardo explicó que una sentencia que anule o reforme aspectos del Estatuto catalán generará una situación "enormemente compleja", ya que algunos de esos preceptos pueden seguir en vigor en los estatutos de otras comunidades autónomas.

En todo caso, dijo, la sentencia establecerá una línea de interpretación de la Constitución que deberá aplicarse al desarrollo de todos los estatutos condicionando, por ejemplo, la creación de los Consejos de Justicia territoriales, que no podrán desarrollarse aún estando en los estatutos en función de lo que decida el TC.