El método del "resbalón" consiste en abrir la puerta de acceso a las viviendas mediante la utilización de un trozo de plástico semirrígido, especialmente manipulado, que se introduce entre el marco y la puerta para accionar el resbalón de la cerradura, aprovechando que sus moradores no hubieran cerrado la puerta con llave.

El grupo responsable de los robos estaba compuesto por tres personas, dos varones y una mujer, que "trabajaban" casi a diario en esta modalidad delictiva. Primero realizaban una criba de varios objetivos en función de las medidas de seguridad que presentaran los inmuebles, número de vecinos y facilidades de acceso.

Posteriormente, cuando los moradores no estaban en su domicilio, violentaban la puerta de la vivienda y se apoderaban fundamentalmente de dinero y joyas. Actuaban fundamentalmente en las localidades de Majadahonda, Las Rozas, Pozuelo, Colmenar Viejo y Galapagar, donde buscaban urbanizaciones de clase media alta.

Una vez identificados los miembros del grupo, ubicados sus domicilios y los lugares en los que guardaban el botín de sus robos hasta darles salida, la policía estableció un dispositivo que permitió su arresto después de asaltar una vivienda.

Los dos varones fueron seguidos hasta la localidad de Pozuelo de Alarcón, donde dejaron el vehículo que conducían y, poco después, fueron detenidos cuando salían de un domicilio situado en esa localidad con bolsas y objetos electrónicos en las manos para introducirlas en el automóvil.

Los agentes también arrestaron a la última integrante del grupo y recuperaron numerosos efectos procedentes de los robos, como 15.000 euros en efectivo, teléfonos móviles, joyas y relojes de alta gama, equipos informáticos, consolas, cámaras fotográficas, reproductores de audio y cámaras de vídeo.