ETA. Condenan a “Txapote” a 9 años de cárcel por enviar dos furgonetas-bomba a Madrid

MADRID
SERVIMEDIA

La Sección Segunda de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional ha condenado a nueve años de prisión al ex jefe militar de ETA Javier García Gaztelu, alias “Txapote”, por ordenar el traslado hasta Madrid de dos furgonetas cargadas con más de 1.700 kilos de explosivos a finales del año 1999.

Los magistrados del tribunal, presididos por Fernando García Nicolás, han encontrado a “Txapote” culpable de un delito de tenencia de explosivos con fines terroristas, según consta en la sentencia hecha pública hoy.

El tribunal considera probado que la cúpula de la banda terrorista decidió en el año 1999 transportar desde Francia hasta Madrid “una importante cantidad de explosivo”.

“Txapote”, entonces dirigente del aparato militar, encomendó esta tarea al “comando Basurde”, formado por los etarras Igor Martínez de Osaba, Alicia Sáez de la Cuesta y José María Novoa, que ya han sido condenados por estos hechos.

El 19 de diciembre de 1999 estos tres etarras se desplazaron hasta la localidad francesa de Dax, donde se reunieron con García Gaztelu, quien les dio las instrucciones concretas para transportar el material explosivo y les suministró 100.000 pesetas.

Sobre las 4 de la madrugada, los tres miembros del comando, siguiendo las instrucciones de “Txapote”, se trasladaron hasta la localidad de Bagneres de Luchon, cerca de la frontera con España, donde un etarra sin identificar les entregó los explosivos, así como dos furgonetas.

CONTROL DE LA GUARDIA CIVIL

Novoa y Martínez de Osaba condujeron las furgonetas con los explosivos, mientras que Sáez de la Cuesta se encargó del coche en el que se habían trasladado a Francia y que utilizó como lanzadera, adelantándose a sus compañeros de comando durante el viaje para poder detectar la presencia de policía.

A pesar de estas precauciones, sobre las 15.30 horas del 20 de diciembre, cuando los tres vehículos circulaban por la Nacional II a la altura del término de Cetina (Zaragoza), la Guardia Civil dio el alto a la furgoneta conducida por Novoa debido a que acaba de cometer una infracción. Tras descubrir la carga, formada por 1.000 kilos de explosivos, los agentes detuvieron al etarra.

Martínez de Osaba y Sáez de la Cuesta abandonaron la segunda furgoneta en Contamina y el coche en Calatayud, dentro de la provincia de Zaragoza, y se dieron a la fuga, trasladándose a Barcelona, donde permanecieron escondidos hasta mediados del mes de marzo del 2000.

Sólo entonces decidieron cruzar la frontera y regresar a Francia, donde se reunieron con “Txapote”, que les cobijó en uno de los pisos de la banda terrorista. Allí permanecieron cerca de seis meses hasta que el dirigente etarra les encomendó una nueva tarea terrorista.

Los magistrados de la Sección Segunda han llegado “a la convicción plena de los hechos probados” en base, principalmente, a las declaraciones prestadas por Novoa, Sáez de la Cuesta y Martínez de Osaba en sede policial tras ser detenidos.

Consideran que estas pruebas incriminatorias fueron obtenidas “sin violar derechos ni libertades fundamentales”, es decir, que los etarras no sufrieron malos tratos ni torturas y que sus declaraciones fueron libres.

La sentencia, de la que ha sido ponente el magistrado Enrique López, señala que se ha demostrado que “Txapote” “dio las instrucciones pertinentes” para el traslado de las dos furgonetas-bomba a la vez que destaca “su alto grado de responsabilidad en la banda”.

(SERVIMEDIA)
05 Jul 2010
DCD/lmb