El ex presidente de los Expertos Económicos alemanes avisa de que Grecia no aguantará y España tiene el problema adicional de la deuda privada

MADRID
SERVIMEDIA

El ex presidente del Consejo alemán de Expertos Económicos y catedrático emérito de Ciencias Económicas de la Universidad de Colonia, Juergen Donges, auguró hoy que Grecia no podrá cumplir el plan de ajuste presupuestario impuesto por la Unión Europea, porque no va a aguantar tres años”, y que España encima tiene el problema adicional de que "no sólo el Estado está sobreendeudado, sino también los particulares”.

Donges formuló este sombrío pronóstico en el Campus FAES 2010, en una ponencia en la que amonestó sin nombrarlo al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, por no entender que “la credibilidad de la política económica es la clave de todo” y que “las agencias de riesgo suspenden porque saben cuándo un presidente ha negado la crisis repetidamente, no ha tomado nota y las políticas económicas aplicadas no son coherentes". "Y cuando a uno le suspenden, hay que cambiar de gestión”, le conminó.

"La credibilidad", abundó, "no se consigue con afirmaciones retóricas ni medidas de intimidación. Lo único que funciona es aplicar una política contundente de estabilidad macroeconómica y eficiencia microeconómica y, en paralelo, un sistema de regulación financiera eficaz”. “El énfasis hay que ponerlo en el gasto público no productivo, como salarios o empresas públicas en declive”, explicó, y el "momento idóneo" para ello es "cuando la crisis haya tocado fondo y se esté iniciando la recuperación”.

A escala europea, Donges lamentó que el fondo de rescate para Grecia ha "derogado" los dos principios básicos de la Unión Monetaria: no auxiliar a estados insolventes y que el BCE no financie deuda estatal. En su opinión, “hay que mejorar las reglas para la disciplina presupuestaria", aplicando las sanciones correspondientes, y contemplar "la posibilidad de que un país se salga del euro y vuelva una vez arreglados sus problemas”.

Por otro lado, el economista no ve necesidad de instituir un gobierno económico europeo, que obligaría a "compartir principios fundamentales en los que Francia y Alemania no están de acuerdo. Es más sencillo que cada gobierno arregle sus cuentas públicas”, prefirió. Otra propuesta fue la de volver a la ortodoxia monetaria, porque "la burbuja inmobiliaria no se hubiera producido con tipos de interés negativos”.

(SERVIMEDIA)
05 Jul 2010
KRT/lmb