El objetivo de esta iniciativa es poner a disposición de sus clientes un nuevo canal para realizar sus gestiones financieras, a través de un acuerdo con la compañía aseguradora del grupo, ING Nationale-Nederlanden, para el uso conjunto de sus oficinas.

Se trata de un "paso estratégico" que supone "la culminación del proceso de transformación de ING Direct en un banco completo, capaz de cubrir todas las necesidades financieras de sus clientes".

Estas oficinas se sumarán a sus canales directos, teléfono e Internet, con el objetivo principal de ofrecer a los clientes atención presencial en aquellos momentos en los que precisen de una mayor asistencia.

Así, los clientes podrán recibir ayuda en una oficina a la hora de tomar decisiones importantes para su futuro, como la contratación de una hipoteca, la planificación del ahorro para jubilación o la compra de productos de inversión.

Con todo, continuará siendo principalmente un banco directo, ya que sus clientes operan mayoritariamente a través del teléfono e Internet, y sólo acuden a las oficinas en ocasiones muy concretas en las que precisan de atención especializada.

La entidad, que cuenta con 1,9 millones de clientes y 22.600 millones de euros en fondos gestionados, tiene actualmente cuatro oficinas: en Madrid, Las Rozas (Madrid), Barcelona y Sevilla.