Según documentos a los que ha tenido acceso la Cadena Ser, el eje de la discusión se centra en la no viabilidad de la lucha armada en el momento actual, y en la necesidad de acudir a las vías institucionales para lograr cualquier objetivo político.

Pese a la convicción mayoritaria de entrar en una vía de normalización, el miedo a la actitud autoritaria de KAS, radicalmente opuesta a estas tesis, impide la manifestación pública de tales impresiones.

n este sentido, dice textualmente uno de los presos citados, en los documentos: "Lo que hace falta es dejarlo ya. Buscar un camino y salir. No lo justifico pero puede ocurrir. Y mañana te lo vuelvo a repetir, nos cogen y disparan contra nosotros. Nosostros tenemos un porcentaje elevadísimo de que nos limpien el forro".

Otro preso de los citados dice: "¿Quién te dice que igual que le han dado al Cabezón no le van a dar a él? ¿Quién te asegura que mañana no le van a pegar dos tiros a él, a Ereka, o a mí dime?

Los presos no pueden opinar, según KAS, ni de su propia situación aún cuando son ellos los que sufren directamente el peso más duro de la "obstinación" de KAS.

En estos documentos, los presos etarras expresan con claridad sus opiniones y hablan de la agresiva actitud de KAS como de la apuesta de muchos de ellos por encontrar una vía pacífica lejos de las pistolas.

También plantean con total claridad la oposición a seguir mantenido la lucha armada. Textualmente dice uno de los presos: Son demasiadas causas en contra como para que mantengamos los oídos y los ojos cerrados. No se trata de claudicar en nuestro objetivos, sino de cambiar el método de lucha, de dejar a un lado todo tipo de lucha cruenta".