Según este estudio, el 38,6 por ciento de los encuestados cree que el funcionamiento de la Administración es bastante o muy negativa y sólo el 28,7 por ciento cree que es bastante o muy positiva. Además, el 43,3 por ciento cree que ha mejorado, y sólo el 18,4 por ciento afirma que ha ido a peor.

Las quejas se centran en la lentitud para resolver trámites (43,4 por ciento) y la excesiva burocracia, el papeleo y los muchos requisitos que se requieren para resolver cualquier gestión (32,1 por ciento).

El 71,8 por ciento ha oído hablar de la posibilidad de realizar gestiones por Internet. Los más conocidos son la confección de la Declaración de la Renta (36 por ciento), la petición de cita sanitaria o renovación de la tarjeta (11,3 por ciento) o las gestiones para tramitar la prestación de desempleo (8,6 por ciento).

Pese a este conocimiento, el 71,9 por ciento prefiere seguir realizando el papeleo en persona, el 19,7 por ciento opta por Internet y el 6,7 por ciento elige el teléfono. Los sistemas telemáticos tiene la ventaja de evitar desplazamientos (49,8 por ciento) y ahorrar tiempo (24,4 por ciento).

El mayor inconveniente para el 45,8 por ciento es la falta de contacto directo con una persona que informe y ayude a hacer la gestión, mientras que el 23,8 por ciento se confiesa preocupado por la eventual inseguridad de Internet.

EN PERSONA

Los ciudadanos consideran útil Internet para renovar documentos y obtener información, consultar vacantes o listas de espera, concertar citas para ciertos trámites, conseguir formularios e incluso realizar gestiones completas, pero el hecho es que el 62,5 por ciento sigue acercándose a la oficina más cercana.

Pese a las ventajas del uso de medios telemáticos, el 64,2por ciento estima aún poco o nada probable realizar gestiones con las Administraciones a través de Internet. El primer organismo en atender gestiones por Internet es la Agencia Tributaria que fue objeto del 43,6 por ciento de las consultas.

Preguntados por su conocimiento sobre el DNI electrónico, el 45,9 por ciento dijo conocerlo pero no tenerlo y un 24 por ciento lo tiene. El 74,5 por ciento sabe que este documento identificativo es distinto al antiguo y perite hacer cosas que antes no se podían hacer. El 89,7 por ciento lo tiene porque le tocaba renovarlo.

El 91,1 por ciento todavía no ha usado su DNI electrónico para hacer alguna gestión con la Administración y del 4,4 por ciento que sí lo ha hecho el 11,5 por ciento lo usó para saber calificaciones de exámenes, pagar tributos, hacer la declaración de la renta o pedir información.