Según informó este lunes la Comandancia de la Guardia Civil de Madrid, los tres detenidos, que ya han ingresado en prisión, son considerados responsables de la comisión de cerca de un centenar de robos, perpetrados principalmente en la Comunidad de Madrid, Castilla- La Mancha, Extremadura y Castilla y León.

Los detenidos (dos hombres de 30 y 24 años y una mujer, todos ellos rumanos), contaban con un inhibidor de telefonía móvil para que las víctimas no pudieran alertar a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. Los dos varones eran los autores materiales de los robos y contaban con la colaboración de la pareja sentimental del cabecilla del grupo.

La investigación comenzó el pasado mes de mayo tras un robo con violencia e intimidación en una vivienda de Valdelaguna, en Madrid. Los asaltantes emplearon violencia e intimidación con los moradores, a quienes dejaron maniatados tras perpetrar el robo, pudiendo avisar las propias víctimas a los servicios de emergencia horas después tras lograr quitarse las ataduras.

Los agentes localizaron un piso relacionado con la trama ubicado en la localidad madrileña de Alcalá de Henares que era utilizado como centro de operaciones para fraguar sus golpes y almacenar posteriormente el botín. Cada golpe venía precedido por un conocimiento previo de la zona, seleccionando cuidadosamente sus objetivos; y generalmente perpetraban el robo de madrugada, actuando de forma indistinta en viviendas o en empresas.

El pasado miércoles culminó la operación con la detención de los tres delincuentes y el oportuno registro domiciliario, en el que se recuperaron gran cantidad de objetos robados que permitieron la imputación, hasta el momento, de otros cuarenta hechos delictivos perpetrados en numerosas provincias de toda España. Los últimos fueron llevados a cabo el 16 de junio en un hotel y un bar de la provincia de Toledo, si bien se investiga su participación en cerca de un centenar de hechos delictivos.

Entre los numerosos efectos intervenidos, además de un inhibidor de frecuencias de teléfonos móviles, figuran una máquina para realizar butrones y una importante suma de dinero, joyas, llaves de vehículos, televisores, ropa e incluso cuadros.

Los dos varones cuentan con antecedentes y con numerosas identidades, hasta 12 distintas el cabecilla del grupo, lo que ha dificultado las labores de la Guardia Civil a la hora de identificarles adecuadamente y poder imputarles la elevada suma de hechos delictivos que en este momento se dan por esclarecidos. Además, cuentan con numerosos antecedentes.