Otro de los datos destacados por la encuesta es que el 66 por ciento de los jóvenes piensa que "hay que aguantar lo que sea para no perder el puesto de trabajo".

Además de presentar estos datos, la Juventud Obrera Cristiana denuncia en su manifiesto la situaciones injustas que viven los jóvenes del mundo obrero: "Cerca de 620.000 llevan más de dos años buscando su primer empleo, según datos de la EPA, lo que eso supone de exclusión social".

En relación con el mercado laboral, "las condiciones en las que trabajan los jóvenes - de salario y horario- unido a la gran temporaldiad les dificulta situarse ante el futuro y sentirse miembros activos de la sociedad; la mitad de los jóvenes que trabajan están insatisfechos de sus condiciones laborales y un tecio trabaja sin contrato".

Según la JOC, estas situaciones provocan una necesidad de salir del entorno habitual, de evadirse y de huir de una realidad dura y difícil, encauzando la frustración a través de un tiempo libre, además de evasivo, pasivo y consumista, de bares, fútbol, o discotecas.

En su manifiesto, la JOC pide a la Administración políticas tendentes al reparto del trabajo, como cauce que posibilite la integración laboral y por tanto social de los jóvenes de ambientes obreros.

Tamién hace una llamada a los propios jóvenes, para que no se resignen y sean capaces de organizar su propio tiempo libre, sin dejarse arrastrar por lo que imponen los medios de comunicación social.