ETA. Una acusada por negarse a retirar fotos de etarras de un bar alega que sólo era la camarera
- Los responsables dicen que tenían las fotos por “la situación que sufren” los etarras
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La acusada de enaltecimiento del terrorismo y desobediencia por negarse a retirar las fotografías de etarras que se exhibían en el bar “Ezpala” de Pamplona, Ainoa Oroz Torrea, alegó hoy en la Audiencia Nacional que tan sólo era la camarera y, por lo tanto, no podía cumplir las exigencias de los agentes de la Guardia Civil que registraron el establecimiento.
Oroz Torrea hizo esta afirmación durante el juicio que la Sección Segunda de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional celebró esta mañana contra ella. El fiscal encargado del caso, Miguel Ángel Carballo, solicitó un año y medio de prisión para la camarera al acusarla de delitos de enaltecimiento del terrorismo y desobediencia.
La Guardia Civil acudió al bar el 4 de agosto de 2009. Los agentes requirieron a Oroz la retirada de los fotografías de etarras que había colgadas por el establecimiento, pero, según aseguró el fiscal Carballo, la acusada se negó a retirar los retratos.
Oroz Torrea explicó en su declaración ante la Audiencia Nacional que las fotografías ya se encontraban en el establecimiento cuando comenzó a trabajar allí, tan sólo un mes antes de la visita de la Guardia Civil. También dijo que explicó a los agentes que no era la responsable del bar y que llamó a los gestores ese mismo día para comunicarles el requerimiento. Este extremo fue confirmado por uno de los agentes de la Benemérita que visitó el establecimiento de Pamplona y que declaró hoy como testigo.
En la vista oral también declararon dos de los administradores de la sociedad propietaria del bar “Ezpala”. Ambos explicaron que decidieron retirar las fotografías de etarras y condenados por “kale borroka” el 6 de agosto de 2009, dos días después de la visita de los agentes. Ese día recibieron la notificación oficial del requerimiento de la Guardia Civil.
Los responsables del bar indicaron además que no fueron ellos quienes colocaron las fotografías, sino que lo hicieron los miembros de la asociación de presos etarras “Etxerat”.
En este sentido, explicaron que decidieron permitir la colación de los retratos para que se pudiesen “visualizar” los rostros de los “vecinos del barrio” que se encontraban presos así como para destacar “la situación que sufren de dispersión de cientos y miles de kilómetros”.
(SERVIMEDIA)
17 Jun 2010
DCD/pai