Ridao se expresó así en un encuentro informativo organizado por Nueva Economía Fórum, donde criticó con dureza los últimos cambios introducido por el Ejecutivo en materia de reforma del mercado de trabajo.

Sus invectivas se centraron en lo que entiende como cesiones a los intereses de los empresarios y de ciertos grupos parlamentarios que podrían acabar apoyando el texto del Gobierno. Se refieren a las causas de despido, el silencio administrativo positivo en expedientes de regulación de empleo y la rebaja de las indemnizaciones por despido, condiciones todas ellas que, a su juicio, precarizarán el mercado laboral y no facilitarán el acceso al empleo.

ERC entiende que son "cambios notables" que afectan a la salida del mercado laboral y no a la entrada en él, que es el aspecto prioritario para Ridao. Traspasan por tanto la "línea roja" que Esquerra había definido como límite para negociar su apoyo al decreto.

"Si el Gobierno quiere una coartada progresista para esta reforma del mercado de trabajo, tendrá que esforzarse mucho", advirtió el portavoz de Esquerra.

HUELGA GENERAL

Ridao comprende y comparte la preocupación de los sindicatos y la convocatoria de huelga general, no sólo por esta reforma laboral, sino por las continuas "dentelladas" que la crisis económica está propiciando a los derechos de los trabajadores.

El dirigente independentista entiende esta movilización como un "toque de atención" de calado de los agentes sociales al Gobierno para impedir que "sucumba" a las presiones de los mercados y las formaciones políticas más conservadoras.

Confió en que UGT, un sindicato tradicionalmente ligado al Partido Socialista, mantenga su compromiso de unidad de acción con CCOO, en especial porque "no creo que haya ninguna organización que quiera aparecer como el sindicato del Gobierno".

En cuanto a la posición que ha mantenido el PP en este proceso, Ridao dijo que "no ha sido constructiva" y adolece de un "excesivo cálculo egoísta y partidista".

En concreto, criticó que los populares se erijan ahora en "abanderados de los derechos sociales" cuando el ex presidente José María Aznar "los pisoteó" con la reforma que impulsó en el año 2002.

En esta situación, comentó, el Ejecutivo está "mareado de tantos golpes de volante y con el embrague quemado", los sindicatos quedan "tocados" por el fracaso de la huelga de funcionarios y la patronal continúa dirigida por un "ex empresario que acaba de vender sus negocios a un ornitólogo, que al parecer es especialista en buitres".

La conferencia de Ridao despertó interés entre portavoces parlamentarios de muy distinto signo. Allí estuvieron Soraya Sáenz de Santamaría (PP), Josu Erkoreka (PNV) y Uxue Barcos (Grupo Mixto), que escucharon la presentación de Jaume Roures, socio de Mediapro.

Fue Roures quien destacó que un hombre formado y culto como Ridao echa por tierra la imagen de que los independentistas catalanes son unos "aborígenes" y depósito en él la esperanza de que pueda "ayudar a la izquierda a salir del marasmo en que se mueve".

Para el portavoz de Esquerra, lo que está en juego en esta crisis económica es "si es el Estado el que regula el mercado, o si es el mercado el que regula al Estado".

A su juicio, es un dilema para el que la izquierda no ha encontrado aún respuesta y mientras tanto "la socialdemocracia gobernante" se ha limitado a "dar continuidad a la política económica de la derecha neoliberal".

Frente a ello, considera que esta es una oportunidad para cambiar el modelo de crecimiento económico, que debe basarse no sólo en recortes del gasto social, sino también en una política fiscal equitativa y en una lucha intensa contra el fraude.