El individuo aseguró que era "boy" de profesión, y que se dirigía a su trabajo porque había sido contratado para hacer un espectáculo en una despedida de soltera.

Al parecer, el hombre vestía toda la indumentaria de un agente e iba provisto de todos los instrumentos profesionales: defensa colgada del cinturón, pistola de juguete con su funda al cinto, equipo de radiotransmisión, placa, así como un colgante con llaves de grilletes, entre otros efectos.

El hombre, vecino de un pueblo de Valladolid, dijo que había comprado todo el material en una tienda de la ciudad del Pisuerga y que pensaba que podía lucirlo sin ningún problema por la calle.