Falcones, que acudió a un curso en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) de Santander organizado por la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE), insistió en que "en España se irá produciendo un ajuste, pero contamos con un plan basado en la colaboración público-privada".

En cuanto a la situación económica, el primer ejecutivo de FCC precisó que el ajuste que se está produciendo en España "es muy importante", si bien el país "tiene un gran dinamismo y cuenta con buenos profesionales".

Pero el directivo de la constructora añadió que en España "el ajuste y el esfuerzo tiene que ser mayor, porque nos habíamos endeudado más".

Ante ello, dijo que si no se llevan a cabo desde el Gobierno las reformas que se están planteando, "sería muy difícil" abandonar la actual situación.

"Espero que se recupere la credibilidad y se volverán a abrir ventanas para las empresas españolas y habrá que estar preparado", sentenció Falcones, quien añadió que FCC aprovechará cuando las condiciones de mercado lo permitan para lanzar nuevas emisiones de deuda.

En este sentido, añadió que "todos los españoles estamos trabajando para recuperar la credibilidad del país. Lo están haciendo desde el sector público, las empresas y los empresarios y los trabajadores. Espero que, con las medidas que se están adoptando, en un plazo de tiempo que no sea excesivo, vamos a recuperar la credibilidad en nuestra economía".

A su juicio, recuperar la credibilidad "es la única forma para contar con los recursos que necesitamos y la credibilidad la da la seriedad de las políticas y el mantenimiento de los compromisos, y a eso no podemos renunciar".

EUROVIÑETA

Por su parte, el presidente de Abertis, Salvador Alemany, coincidió con el directivo de FCC en que el sector podría afrontar una reestructuración debido a la actual situación.

"Hemos avanzado mucho en infraestructuras" y la inversión "se ha sofisticado mucho", prosiguió Alemany, quien abogó por aplicar la conocida como Euroviñeta, que es una tasa que se aplica ya en algunos países de la UE que grava el uso de las carreteras por parte de vehículos de mercancías.

Alemany evitó dar una cifra de qué cantidad deberían pagar los transportistas, pero recordó que en países como Francia se sitúa en los 12 céntimos de euro por kilómetro recorrido. "Esto son 2.000 o 3.000 millones de euros, no estamos hablando de ninguna tontería", sentenció.