"La propuesta más avanzada es la de que ciertas transacciones financieras aplicadas a las divisas paguen una tasa", que supondría el 0,005 de la operación y que según Rodríguez podría ir ampliándose en el futuro.

Esa tasa no sólo gravaría a las grandes transacciones, sino también a todo tipo de derivados financieros, explicó la secretaria de Estado de Cooperación en el citado encuentro informativo, organizado por Nueva Economía Fórum en Madrid.

Rodríguez manifestó que Europa "está preparada" para poner en marcha este impuesto, porque, en su opinión, no tendría ningún efecto negativo en la situación de los mercados. Es más, consideró que la ausencia de esta tasa en las grandes operaciones de divisas supone una "anomalía" del mercado.

"Parece que ha llegado el momento" de poner en marcha este mecanismo recaudatorio para la cooperación internacional, dijo, para agregar a continuación: "Esperemos que el acuerdo sobre el que tiene que sustentarse entre la UE y el G-20 salga adelante en los próximos meses, porque sería, sin duda, una buena noticia".

Soraya Rodríguez también planteó en su alocución la posibilidad de que se graven los billetes de avión con un impuesto y que lo que se recaude de ese capítulo se dedique también a la cooperación, ya que, según la secretaria de Estado de Cooperación Internacional, no hay que olvidar que más de 1.000 millones de personas pasan hambre en el mundo y otros 1.600 no disponen de electricidad, lo que dificulta enormemente su formación y su bienestar.