Según informó la compañía en una nota, "en esta línea Galán ha defendido la coherencia de la iniciativa de Iberdrola de completar el proceso de clausura de todas sus centrales de carbón en el mundo, fuente de energía que solo representa, actualmente, el 1,8% de la capacidad total del grupo, que asciende a casi 48.100 megavatios (MW), con la decisión estratégica adoptada hace varios años por los órganos sociales de la compañía de compromiso de lucha contra el cambio climático".

Galán reiteró que "la solicitud de cierre ordenado de las dos últimas plantas de carbón de la compañía en el mundo es coherente con la decidida apuesta del grupo por las energías limpias en el marco de su lucha contra el cambio climático".

Asimismo, indicó que "la clausura de las centrales de carbón de Lada (Asturias) y Velilla (Palencia) no afectará a la seguridad del suministro eléctrico; ni al precio de la energía, al representar su producción menos del 1% del total nacional de España; ni al empleo, produciendo, además, beneficios medioambientales en núcleos urbanos densamente poblados".

Las plantas de carbón de Iberdrola en Lada y Velilla suman una potencia de 874 megavatios (MW) y emplean a 170 personas, 90 en Lada y 80 en Velilla.

La compañía se ha comprometido a garantizar el empleo, ya sea con la participación de los trabajadores en las labores de desmantelamiento, que se prolongarán durante cuatro años y requerirán una inversión de 35 millones de euros, o recolocándoles en otras plantas de producción.