La Tierra se calentó cuando los continentes se separaron

MADRID
SERVIMEDIA

La ruptura de los continentes, un proceso conocido como ‘rifting’, contribuyó significativamente a mayores concentraciones de dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera antes del actual impacto de los seres humanos, lo que influyó en un cambio climático global.

Así lo aseguran científicos de Alemania y Australia en un estudio publicado en la revista ‘Nature Geoscience’, donde señalan que la interacción de procesos geológicos y biológicos determinaba la cantidad de CO2 que se concentraba en la atmósfera antes de la era industrial.

La distribución del carbono en la Tierra es altamente desequilibrada porque sólo una cienmilésima parte del CO2 del planeta se encuentra en la atmósfera, la biosfera y los océanos, y el 99,999% restante está bajo tierra.

Sin embargo, este enorme depósito de carbono en profundidad no está aislado de la atmósfera porque hay un intercambio constante entre el subsuelo y la superficie a lo largo de millones de años, ya que las placas tectónicas que se hunden en el manto profundo toman grandes cantidades de carbono.

El nuevo estudio llega a una conclusión diferente: aunque la actividad volcánica en el fondo del suelo oceánico hace que se libere CO2, la principal entrada de dióxido de carbono desde la profundidad hasta la atmósfera ocurre en sistemas de grietas continentales como el Rift de África Oriental o el Rift de Eger, en Chequia.

"Los sistemas de grietas se desarrollan por el estiramiento tectónico de la corteza continental, lo que puede conducir a la ruptura de placas enteras", explica Sascha Brune, del Centro Alemán de Investigación en Geociencias.

Brune apunta que “el Rift de África Oriental, con una longitud total de 6.000 kilómetros, es el más grande del mundo, pero parece pequeño en comparación con los sistemas de grietas que se formaron hace 130 millones de años cuando el supercontinente Pangea se rompió, formando una red con una longitud total de más de 40.000 kilómetros".

130 y 50 MILLONES DE AÑOS

Con la ayuda de los modelos de placas tectónicas de los últimos 200 millones de años y otras evidencias geológicas, los científicos reconstruyeron cómo ha evolucionado la red global de rift o placas tectónicas.

Así, han demostrado la existencia de dos períodos principales de ‘rifting’ hace aproximadamente 130 y 50 millones de años. Utilizando modelos numéricos del ciclo del carbono, los autores simularon el efecto del aumento de la desgasificación de CO2 de las grietas y mostraron que ambos ciclos de ruptura continental se correlacionan con mayores concentraciones de CO2 en la atmósfera en esos momentos.

"Las tasas globales de desgasificación de CO2 en los sistemas de ‘rift’, sin embargo, son solo una fracción de la emisión antropogénica de carbono hoy en día, pero representan un componente clave que falta del profundo ciclo del carbono que controla el cambio climático a largo plazo durante millones de años", concluye Brune.

(SERVIMEDIA)
14 Nov 2017
MGR/caa