La Cumbre del Clima de Bonn tiene un carácter más técnico que las anteriores, aunque sus resultados serán fundamentales para asegurar que en 2018 se definan los aspectos más importantes de la letra pequeña del Acuerdo de París. Así, se espera avanzar en el programa de trabajo que haga aplicable ese tratado y que tendría que adoptarse en la Cumbre del Clima de 2018, que tendrá lugar en Katowice (Polonia).

Otro resultado esperado es cerrar el diseño y las modalidades del denominado ‘Diálogo Facilitador’ (o Diálogo de Talanoa) de 2018, que la UE considera clave para lograr un puesta en común de todos los países sobre los esfuerzos colectivos en materia de mitigación del cambio climático y evitar que el aumento de la temperatura del planeta supere los 2ºC respecto de la era preindustrial, antes de que en 2023 se revisen los planes climáticos de los países.

En Bonn también se espera adoptar asuntos importantes para Fiyi (que asume la presidencia de la Cumbre del Clima de este año, aunque se celebra en Bonn) relacionados con la vulnerabilidad de los Estados y las poblaciones que reciben los impactos del cambio climático, como un Plan de Acción de Género, la puesta en marcha de la plataforma creada en París para las comunidades indígenas e incluir en las discusiones el vínculo entre la salud de los océanos y el cambio climático.

Durante la Cumbre de Bonn se celebran más de 100 eventos que muestran cómo ciudades, regiones, empresas e inversores trabajan conjuntamente con los gobiernos y el sistema de Naciones Unidas para poner en marcha el Acuerdo de París.

El departamento dirigido por Tejerina señala que la delegación española participa “de manera muy activa” en las sesiones de negociación en Bonn y en eventos ya tradicionales en esas cumbres, como el almuerzo ministerial de la Red Iberoamericana de Oficinas de Cambio Climático o la ‘Iniciativa 4 por 1000’, que ha contado con el apoyo de España desde la Cumbre del Clima de París en 2015.