Más de 15.000 científicos lanzan una segunda ‘advertencia a la humanidad’ 25 años después
- Consideran que no se están tomando las medidas necesarias para salvaguardar el planeta
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Un total de 15.384 investigadores de 184 países acaban de lanzar un documento titulado ‘Advertencia a la humanidad de los científicos del mundo. Un segundo aviso’, que actualiza el firmado por más de 1.700 investigadores (entre ellos, la mayoría de los premios Nobel en vida) en 1992, cuando alertaron de que los impactos humanos en la naturaleza probablemente llevarían a una “gran miseria humana” y a un planeta “irremediablemente mutilado”.
Coincidiendo con el 25º aniversario de aquella declaración histórica, lanzada por la Unión de Científicos Preocupados, más de 15.000 investigadores (entre ellos, 994 españoles o que trabajan en instituciones españolas) han revisado la advertencia original en lo que consideran “un segundo aviso” e indican que, con la excepción de que la capa de ozono estratosférico se ha estabilizado, las noticias no son buenas.
“La humanidad no está tomando las medidas urgentes necesarias para salvaguardar nuestra biosfera”, advierten en una declaración publicada en la revista ‘BioScience’, donde señalan que continúa la abrumadora mayoría de las amenazas descritas en 1992 y añaden que, “alarmantemente, la mayoría de ellas están empeorando”.
El artículo, escrito por un equipo internacional liderado por William Ripple, profesor de la Facultad de Ciencias Forestales de la Universidad Estatal de Oregon (Estados Unidos), señala tendencias negativas en nueve temas ambientales a partir de datos de agencias gubernamentales, ONG e investigadores, lo que podría desencadenar un “daño sustancial e irreversible” a la Tierra.
Varias de esas tendencias negativas en los últimos 25 años son un 26% menos de cantidad de agua dulce disponible por habitante, menos peces capturados en el medio silvestre, un 75% más de zonas muertas en el océano, una pérdida de unas 120 hectáreas de tierra forestal (gran parte de ella convertida para usos agrícolas), un incremento significativo en las emisiones de gases de efecto invernadero y en la media de las temperatura, un aumento del 35% en la población humana y una bajada del 29% en la cantidad de mamíferos, reptiles, anfibios, aves y peces.
"Algunas personas podrían sentirse tentadas a descartar esta evidencia y pensar que sólo estamos siendo alarmistas. Los científicos tienen la obligación de analizar datos y observar las consecuencias a largo plazo. Quienes firmaron esta segunda advertencia no sólo están dando una falsa alarma. Están reconociendo las señales obvias de que estamos yendo por un camino insostenible, esperando que nuestro documento encienda un amplio debate público sobre el clima y el medio ambiente global", apunta Ripple.
NOTICIAS BUENAS
Sin embargo, no todas las noticias son malas. El texto indica que “la rápida disminución global de las sustancias que agotan la capa de ozono muestra que podemos hacer cambios positivos cuando actuamos de manera decisiva”, además de que se ha producido un aumento en la energía generada por fuentes renovables, un rápido declive en las tasas de fertilidad en algunas regiones (lo que puede atribuirse a inversiones en educación para las mujeres) y la tasa de deforestación se ha desacelerado en algunas zonas.
Por ello, los autores describen 13 áreas en las que los comportamientos humanos pueden ser capaces de mover los sistemas de la Tierra hacia la sostenibilidad, como más reservas terrestres y marinas, reforzar la aplicación de las leyes contra la caza furtiva, restricciones al comercio de vida silvestre, ampliar la planificación familiar y programas educativos para mujeres, promover un cambio dietético hacia alimentos basados en vegetales y adoptar masivamente la energía renovable y otras tecnologías ‘verdes’.
Los científicos indican que si no se hace caso a ese “segundo aviso” habría “consecuencias nefastas, con una pérdida de biodiversidad catastrófica y una miseria generalizada para los seres humanos”. “Pronto será demasiado tarde para cambiar el rumbo de nuestra trayectoria fallida y el tiempo se acaba. Debemos reconocer, en nuestra vida cotidiana y en nuestras instituciones de gobierno, que la Tierra con toda su vida es nuestro único hogar”, apuntan.
El documento acaba con un mensaje optimista sobre trabajar juntos en esos desafíos ambientales: “Podemos hacer un gran progreso por el bien de la humanidad y del planeta del que dependemos”.
Ripple y sus colegas han formado una nueva organización independiente (Alianza de Científicos del Mundo) para ser una voz colectiva sobre la sostenibilidad ambiental y el bienestar humano, e invitan a los investigadores que no hayan firmado la ‘advertencia’ que lo hagan a través de la web ‘http://scientists.forestry.oregonstate.edu/’.
(SERVIMEDIA)
13 Nov 2017
MGR/gja/pai