En el texto presentado, el PSOE busca el apoyo en el Congreso de los Diputados para instar al Ejecutivo a defender ante la Unión Europea que se valore “no sólo los informes científicos en relación a la captura de la sardina, sino también el impacto social y económico de la medida”.

En la motivación, el diputado socialista por Málaga y portavoz de Comisión de Pesca, Miguel Ángel Heredia, recuerda que “el organismo científico asegura que sólo el parón absoluto de la captura permitirá regenerar la especie” pero que para “Portugal y para España esta noticia es dramática”.

Considera que “la restricción es un problema ibérico más que europeo” porque “en el volumen total de los caladeros continentales esta especie solo supone el 4% de las capturas; por tanto van a ser los dos países ibéricos quienes se autoimpongan sus propios límites”.

Heredia indica en su iniciativa parlamentaria que, de las capturas de sardinas, dependen en Andalucía 85 barcos, 850 tripulantes y dos millares de empleados de empresas auxiliares.

La flota ya ha dispuesto de 1,3 millones de ayudas de la Junta de Andalucía y Europa para la parada biológica de diciembre, y éstas se podrían ampliar si la Comisión obliga a dejar de pescarlas. Alerta también de que los armadores han mandado al desguace una docena de los pesqueros que había en 2003 para estas capturas, un 21% de la flota.

La paralización de esta pesca podría poner en riesgo uno de los clásicos de la cocina andaluza, el ‘espeto’ de sardinas. Heredia asegura que el fin de la captura de la sardina podría suponer un “daño brutal” para el sector pesquero y la industria relacionada con él, pero también para el sector turístico en general y particularmente para zonas como la Costa del Sol, donde supondría acabar con uno de sus emblemas turísticos y gastronómicos como son los 'espetos' de sardinas.

Además, hace meses, el PSOE registró una proposición no de ley para recabar el apoyo a la candidatura del espeto de sardinas como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad de la Unesco.

Los socialistas quieren que este clásico malagueño reciba su reconocimiento internacional más allá de su degustación en los chiringuitos del litoral malagueño. El 'espeto' da nombre a una forma de cocinar las sardinas, pinchándolas en una caña y poniéndolas al fuego.