En la misiva enviada a los miembros de los principales órganos del partido (secretario general, Ejecutiva Federal y Comité Federal) y hecha pública por el propio exdirigente de Izquierda Socialista -corriente interna del PSOE-, Fernández Tapias reconoce “ilegalidades ciertamente cometidas por el Govern de la Generalitat y los procedimientos irregulares que se dieron en su Parlament”.

En el escrito, que firman junto a Pérez Tapias cincuenta militantes socialistas, se considera “ineludible" abordar diversas cuestiones en la crisis de Cataluña. Así, entienden que es “imprescindible acompañar a la invitación al diálogo de propuestas concretas que señalen una posible hoja de ruta para el mismo, recogiendo entre ellas de forma explícita el proyecto de un Estado federal plurinacional para España”.

Estos militantes instan a “reconocer la insuficiencia de la actuación del PSOE al desechar la posibilidad de un referéndum legal pactado en Cataluña sobre sus posibles modo de inserción o de relación con el Estado español. Tal iniciativa es la que debe recuperarse para atender a una demanda ampliamente planteada desde la mayoría de la ciudadanía catalana (en torno al 80%)”, afirma.

"EXCESO JUDICIAL"

En este sentido, abogan por una “revisión crítica de la interpretación y aplicación que se han hecho del artículo 155 de la Constitución Española, de manera que se haga patente que el PSOE está comprometido con la defensa de la legalidad sin merma alguna de la calidad democrática de nuestro sistema político, lo que exige marcar distancias respecto a los modos autoritarios del gobierno del PP”.

Además, señalan el “exceso judicial” que, a su juicio, supone la prisión incondicional y sin fianza de los ‘consellers’ del gobierno de Carles Puigdemont. Así ven que, “sin merma del respeto que merece nuestro ordenamiento legal, ha de plantearse que las personas imputadas no tengan que estar necesariamente en la situación de prisión preventiva incondicional”.

Por último, ven “preciso que el PSOE, junto al PSC, perfile una posición propia claramente reconocible que le permita aportar junto a otras fuerzas políticas el potencial de mediación que tantas veces se invoca, máxime cuando ella se hace más necesaria aún a la vista de lo que supone el eco internacional del conflicto de Catalunya y la crisis del Estado, eco acrecentado por la presencia en Bruselas de Puigdemont y otros cuatro ‘consellers’ de su Gobierno”.