Al igual que otros diputados y miembros de ERC acudió a la entrada del tribunal a arropar a los integrantes de la Mesa del Parlament y del Govern citados a declarar. Preguntado por la ausencia de Puigdemont, dijo que es “precavido” y rsulta "inhumano" que haya tenido que “refugiarse” en entidades supranacionales en Bruselas para denunciar su caso.

Mostró su “respeto” a la decisión de Puigdemont de quedarse en la capital europea a la vez que denunció que en España hay un “enorme problema de regresión democrática en todo el Estado”.

Rufián criticó que se compare al presidente catalán cesada con un “funcionario raso” y dijo entender la decisión que ha adoptado, pues se trata de “un señor que tiene una amenaza de 30 años de cárcel, que se despidió de sus hijos, que está amenazado por un fiscal reprobado por el Congreso (fiscal general del Estado, José Manuel Maza) y por una jueza (Carmen Lamela) condecorada por la Guardia Civil”.

En un tono menos contundente, el portavoz de ERC en el Congreso, Joan Tardá, afirmó que en España existen “déficits” en el Estado porque “más que separación de poderes hay un reparto de poderes”, aunque matizó que ello no implica que haya una “inmensa mayoría de jueces justos”.

Insistió en que si “al final se va a negociar ¿qué sentido tiene responder con el cese de un gobierno legítimo?”, por lo que llegó a calificar de “enorme error” la aplicación del 155 y reiteró que se “va a pagar muy caro”.

Negó que haya diferencias entre los partidos (PDeCat y ERC) que forman el Govern porque junto a Puigdemont hay cuatro consejeros, dos de cada formación, y eso es una “demostración fehaciente de que no”

Asimismo, se mostró seguro de que el presidente catalán cesado “no se niega a comparecer” porque ha “pedido testificar por videoconferencia”.