Una guía de lectura fácil ayuda a entender mejor la vida en prisión a los reclusos con discapacidad intelectual
- Elaborada por Feaps, explica, por ejemplo, qué es un módulo o un permiso penitenciario
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Alrededor de 500 ciudadanos con discapacidad intelectual se encuentran actualmente privados de libertad en las cárceles españolas, donde, pese al apoyo de psicólogos, trabajadores sociales, funcionarios y compañeros, no siempre comprenden cómo es la vida en prisión y qué significan términos como módulo o grado.
Para ayudar a estos presos a entender la dinámica de la cárcel, la Confederación de Organizaciones en favor de Personas con Discapacidad Intelectual (Feaps), ha elaborado una guía de lectura fácil en la que se explica, por ejemplo, que "una prisión está dividida en varias zonas que se llaman módulos" o que un permiso es la "salida al exterior por un tiempo determinado".
La guía, presentada este martes en Madrid, es en realidad la adaptación a lectura fácil de "La prisión paso a paso", un texto redactado por Instituciones Penitenciarias para ayudar a los internos a familiiarizarse con la vida en la cárcel.
Según explicó en su presentación Paulino Azúa, gerente de Feaps, el folleto se enmarca dentro del Programa de Integración para Reclusos y ex Reclusos de la confederación, que en 2010 cumple 15 años, y que "pone el dedo en la llaga" de la razón de ser de la organización, pese a que no sea "tan rentable, en términos de imagen", como otros.
En colaboración con Instituciones Penitenciarias, Feaps atendió el año pasado a través de este programa a más de un millar de presos, ex presos y personas que sin llegar a serlo corrían el riesgo de ingresar en prisión, y en sus 15 años de vida, a más de 5.000 usuarios.
Juan Luis Quevedo, de la Asociación Pro-Discapacitados Psíquicos de Alicante (APSA), una de las pioneras en el impulso del programa, indicó que el perfil de los usuarios de esta iniciativa es el de un hombre joven, de entre 31 y 45 años, con familia, sin apenas estudios ni trabajo, con un nivel socioeconómico bajo y con un grado de discapacidad leve, en algunos casos límite y, por tanto, no detectado.
Por su parte, Segundo Pascual, de Instituciones Penitenciarias, señaló que la ayuda de Feaps en la atención a los presos con discapacidad intelectual es muy importante por su experiencia.
Según dijo, el programa que hay en las cárceles para atender a estos reclusos trata, en primer lugar, de detectar a los presos con alguna discapacidad intelectual, ya que no siempre la tienen reconocida. Una vez esto, se basa en la intervención directa en el plano personal, familiar, laboral y en todos los necesarios para compensar las carencias detectadas y para prevenir potenciales situaciones de riesgo, y en la posterior evaluación.
Aunque el número de internos con discapacidad intelectual fluctúa, en el primer trimestre de este año era de 498, lo que supone menos del uno por ciento de los más de 77.000 que forman la población reclusa en toda España. De ellos, como en los presos sin discapacidad, la mayoría (478) eran mujeres.
(SERVIMEDIA)
08 Jun 2010
IGA/lmb