A mediados de septiembre, la aerolínea de bajo coste irlandesa anunciaba la cancelación de numerosos vuelos para los meses de septiembre y octubre ante la falta de pilotos, cancelando 2.000 vuelos y resultando afectados 315.000 pasajeros.

A finales de agosto, el problema se agravaba y la compañía anunciaba la cancelación de numerosos vuelos entre noviembre y marzo de 2018, afectando a otros 400.000 pasajeros.

Ryanair achacó esta situación a un “fallo en la previsión en el calendario de vacaciones de los pilotos” y demandó que todos ellos volviesen de sus vacaciones para dar respuesta a los vuelos que no se habían cancelado.

La aerolínea ha solventado la situación con el reembolso o la reubicación en otro vuelo de más del 90% de los pasajeros afectados y confía que, con la incorporación de estos nuevos 45 pilotos a los que se sumarán más en los próximos meses, se resuelva pronto la situación.

El jefe de pilotos de Ryanair, Ray Conway, presentó las nuevas incorporaciones en una ceremonia en las oficinas de la compañía en Dublín y remarcó que desde el 1 de enero de 2017 se han unido a la aerolínea 860 los pilotos, 255 de ellos en el último trimestre.