Según informa la SEPI, el objetivo de esta planta es el tratamiento y almacenamiento de dicho metal, cuya exportación fue prohibida por la Comisión Europea a partir de 2011.

Este proyecto, que se prevé que esté en funcionamiento a finales del próximo año con una capacidad de tratamiento de 317 toneladas al año, supone para Maiasa una nueva línea de negocio que podría llegar a convertirla en referente a nivel mundial en el tratamiento de estabilización de metales tóxicos y peligrosos, asegurando así una actividad económica sostenible en una comarca especialmente deprimida.

Con la prohibición por la UE del uso de mercurio el próximo mes de diciembre en la industria cloro-álcali, hay 5.700 toneladas de este metal procedentes de las plantas europeas, de las que 1.200 se encuentran en plantas españolas, y que necesitarán ser tratadas. Además, existen otros sectores que generan mercurio, que también habrá de ser tratado. En España se generan 54 toneladas al año.

Maiasa, cuyo accionista único es la SEPI, centra su actividad en el fomento de proyectos industriales, turísticos y culturales e implantación de iniciativas para el desarrollo de proyectos de investigación y de nuevas tecnologías relacionadas con el mercurio y otros metales potencialmente tóxicos.

Realiza también la explotación agrícola y ganadera de sus fincas rústicas, y actividades de recuperación y mantenimiento del patrimonio histórico de la compañía y rehabilitación medioambiental de su entorno. Hasta la prohibición de la Comisión Europea de exportar mercurio, desde el 15 de marzo de 2011, se dedicaba fundamentalmente a la extracción y comercialización de este metal.