El motivo de la desconvocatoria es el compromiso de las asociaciones de compañías aéreas (Aceta y AECA) de iniciar acciones conjuntas con el sindicato de pilotos para exigir a las autoridades una efectiva protección de los datos de vuelo registrados en los aviones, especialmente en los casos de accidentes aéreos, en los que la confidencialidad es vital para garantizar la independencia de la investigación.

Tanto Sepla como las aerolíneas muestran su indignación ante la difusión de las conversaciones mantenidas en la cabina del avión accidentado en agosto de 2008. “La difusión pública de este tipo de datos es un hecho que se repite con demasiada frecuencia y de manera impune, a pesar de que su confidencialidad está protegida por las leyes nacionales e internacionales”, denuncian los pilotos.

Por ello, las dos partes exigirán a las autoridades el estricto cumplimiento de la ley y su compromiso a usar los datos de vuelo con el único propósito de mejorar la seguridad operacional.

Según los pilotos, el paro previsto para el día 7 era una medida de protesta que no buscaba causar perjuicio a las aerolíneas. Por ello, y ante su firme voluntad de buscar soluciones de manera conjunta, han decidido no seguir adelante con esta huelga.

Además, las asociaciones de aerolíneas se han comprometido a establecer protocolos de protección de los datos que se registran en el avión durante los vuelos, lo que contribuirá a blindar este tipo de información confidencial ante un hipotético accidente.