A pregunta de los periodistas tras presentar en el Ayuntamiento un estudio sobre sobrepeso y obesidad infantil en la ciudad, Carmena reiteró su valoración de ayer de que en este “momento muy crítico para toda España”, Madrid, como “ciudad abierta” que es, “quiere mantener todos los lazos con Cataluña y recomendar una política de negociación, de escucha”, y “hacer lo que esté en nuestra mano para erradicar la violencia” que se está viviendo en esa comunidad.

Lo que añadió por su propia voluntad fue la imagen de ciudadanos madrileños “insultando a un deportista catalán” en el entrenamiento de la selección española en Las Rozas. “Eso no”, conminó. “No queremos que se repita, no queremos que se insulte a nadie. Madrid es una ciudad de comprensión. Queremos aportar lo que se puede para solucionar esta crisis”.