La también ministra de la Presidencia y para las Administraciones Territoriales se pronunció en estos términos en la sesión de control al Ejecutivo en el Congreso de los Diputados, donde el líder de Cs le pidió “serenidad, proporcionalidad” pero también “firmeza” para defender la democracia frente al pulso independentista.

Rivera incidió en que el 1-O no es más que una “coartada” para quienes quieren acometer un “golpe” a la democracia la próxima semana a través de una declaración unilateral de independencia, que “siempre ha estado en los planes de la hoja de ruta independentista”. “Lo vamos a impedir entre todos”, aseguró.

Ante un “reto” como éste, mostró su “apoyo sin fisuras” al Gobierno de la nación y al Poder Judicial, algo que la vicepresidenta agradeció en este “momento histórico y sin precedentes por el empeño de los independentistas de negar siglos de historia compartida entre españoles y acabar con décadas de estabilidad democrática”.

Sáenz de Santamaría denunció que los responsables de la Generalitat están “apoderándose sin ningún escrúpulo de la voluntad y la voz de todos los catalanes” y coincidió con Rivera en reconocer a los alcaldes y funcionarios que siguen defendiendo la legalidad en Cataluña y se niegan a colaborar con el 1-O.

“¿Quiénes somos nosotros para negar la voz y el voto al conjunto de los españoles?”, se preguntó la ‘número dos’ de Mariano Rajoy en el Gobierno, para a renglón seguido incidir en que “no va a ser posible” el referéndum ilegal que con su “triste actuación” promueven los dirigentes del Gobierno catalán.

Por todo ello, agradeció la “unidad” a Rivera, esgrimiendo que “no hay separación en bancadas cuando todos representamos a la soberanía popular que quieren conculcar este 1 de octubre”. La consigna del Gobierno, dijo, es que el “diálogo es dentro de la ley y el consenso dentro de la legalidad constitucional”.

“Debemos seguir unidos en adelante, unidos frente a la declaraciones unilaterales”, sentenció Sáenz de Santamaría, argumentando que “la única unilateralidad que cabe en España es la de 47 millones de españoles” pese a que “los tiempos están dislocados”.