La representación ha sido un “rotundo éxito”, según los organizadores, que agradecen a los responsables de los 16 monólogos de los que consta la obra, logrando aforo completo en sus dos sesiones.

La temática de los monólogos estuvo centrada en la crisis migratoria que vive el país, como la que interpretó Aitana Sánchez-Gijón, que abordo la prohibición de dar de comer a refugiados en un pueblo italiano, de activismo, de casos de violencia sexual en campos de refugiados o de lucha y supervivencia.

Los centros beneficiados son los de Irbid y Mafraq, centrados en un 70% a la población de refugiadas sirias, entre las que se ha detectado un aumento de la violencia de género y sexual al encontrarse en una situación de mayor vulnerabilidad prolongada en el tiempo.