El estudio señala que las empresas españolas desarrollan políticas de RSC para elevar su reputación, para obtener ventajas competitivas y para dar satisfacción a grupos de interés (consumidores, accionistas o empleados).

Asimismo, el informe resalta como el 79% de las empresas han incorporado prácticas de buen gobierno, desarrollando un código de conducta interno. Si embargo, sólo un 23% afirma vigilar la correcta aplicación del Código Olivencia.

Por otro lado, el estudio detecta una falta de gestión rigurosa de la RSC en España, como lo demuestra la variedad de departamentos implicados (comunicación, marketing y relaciones institucionales, principalmente).

Por último, para el 86% de las compañías, la RSC implica respetar la ética comercial, mientras que para el 90% la transparencia de las cuentas eleva la confianza de los inversores y, "por tanto, una inforación rica y fidedigna es una forma de recuperar la confianza del mercado".

En el informe han colaborado 43 empresas, la mayoría líderes en su sector. En conjunto representan el 10% de la facturación empresarial en España.