De ellos, 10 fueron detectados en frontera y se rechazó su importación; y 21 fueron retirados del mercado y prohibida su comercialización; en los cinco restantes, fue el propio fabricante quien, como obliga la normativa, comunicó a las autoridades de consumo la existencia de posibles riesgos en sus productos y adoptó las medidas necesarias para paliarlos.

Los juguetes y los productos eléctricos son los que reúnen mayor número de notificaciones (nuevr y ocho, respectivamente), dado los requisitos exigidos por la normativa que los regula y en el caso de los juguetes, por la especial vigilancia a que están sometidos por los servicios de inspección al estar dirigidos a una población vulnerable.

Atendiendo al origen de los productos alertados, 16 de ellos procedían de China; una docena tenían un origen desconocido; dos venían de Alemania y los otro siete provenían de Taiwán, Reino Unido, Portugal, Japón, Italia e India.