Esa fue la tesis argumentada por la secretaria de Organización del PSOE, Leire Pajín, en la rueda de prensa posterior a la reunión de la Comisión Ejecutiva Federal del partido, para salir al paso de las voces que alertan del deterioro de la estabilidad parlamentaria que respalda al Ejecutivo.

Pajín hacía esa reflexión después de que CiU se haya referido a Rodríguez Zapatero como un "cadáver político" y de que el PNV haya anunciado ya su intención de no respaldar los Presupuestos Generales del Estado para el próximo año.

Ante ese escenario, Leire Pajín no dudó en recordar que la estabilidad que tiene ahora el Ejecutivo es la misma con la que Rodríguez Zapatero fue investido presidente del Gobierno, los 169 diputados socialistas, lo cual no ha impedido sacar adelante las medidas más importantes, desde las cuentas públicas de cada año al decreto de recorte del gasto público convalidado la semana pasada por un único voto de diferencia.

"Confiamos en que seguirá siendo así", aseguró, pese a juzgar precipitado avanzar ahora los partidos en los que podría apoyarse el Gobierno para sacar adelante las cuentas de 2011.

Leire Pajín no quiso entrar en las valoraciones de CiU sobre el estado político del Gobierno, y centró sus críticas en el PP y en sus demandas de elecciones anticipadas, en realidad, apuntó, "nada nuevo que no hayamos visto ya" desde que en 2004 cuestionó el resultado y en 2008 avanzaba una legislatura corta.

Lejos de esos augurios y de los datos que reflejan las encuestas, Leire Pajín subrayó que el presidente cuenta con todo el respaldo del partido, que se ofrece en bloque para explicar a los ciudadanos las medidas de recorte del gasto, y que el único objetivo es sacar a España de la crisis.

En política, decía Pajín refiriéndose a las encuestas, "un año es una eternidad", y eso es lo que queda para la cita de municipales y autonómicas, y otro más para las generales.

La conclusión, para los socialistas, es que es el PP el que ha optado por "izar la bandera de la demagogia" y aprovechar las dificultades para intentar beneficiarse electoralmente, mientras que al Gobierno y al PSOE le preocupa únicamente salir de la crisis.

Para ello, insistió, trabaja en las reformas pendientes, entre ellas la laboral, con la intención de "apurar hasta el último segundo" de negociación pero sobre la tesis de que, en caso de no haber acuerdo, el Gobierno "asumirá su responsabilidad".