Según informa la eléctrica mediante una comunicación remitida a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), su resultado bruto de explotación (Ebitda) alcanzó los 3.752 millones de euros, un 3,6% menos, impulsado por el negocio de redes, principalmente en Estados Unidos, pero afectado por el negocio liberalizado en Reino Unido y el bajo recurso hidroeléctrico y eólico en España.

Las inversiones de Iberdrola aumentaron un 35% en ese periodo, hasta situarse en los 2.512 millones de euros, de los que más del 91% está destinado a crecimiento en proyectos de redes, renovables y generación con contratos a largo plazo.

De esta manera, el 90% de las inversiones contempladas en las Perspectivas 2016-2020, unos 25.000 millones, está ya ejecutado o en construcción.

Su filial estadounidense Avangrid, de la que el grupo posee el 81,5%, aumentó su beneficio neto un 14%, hasta los 359 millones de dólares, unos 312 millones de euros.