Los representantes municipales debatirán el ajuste de las retribuciones de alcaldes y cargos electos locales derivado del plan de austeridad que, probablemente, se votará el próximo jueves en el Pleno del Congreso.

El presidente de la FEMP, Pedro Castro, ya adelantó el pasado viernes la intención de la Ejecutiva de acordar la reducción en un 15 por ciento del sueldo de los alcaldes. La rebaja no será homogénea, sino que tendrá en cuenta el salario que se perciba y las características de la corporación municipal.

Una vez conocido que el Gobierno prohíbe a los ayuntamientos y sus entidades dependientes "acudir al crédito público o privado a largo plazo, en cualquiera de sus modalidades para la financiación de sus inversiones, ni sustituir total o parcialmente operaciones preexistentes", salvo que sea para reducir sus intereses, esta medida también será objeto de análisis.

Esa prohibición consta en el real decreto-ley que hoy publica el BOE, con el que el Ejecutivo trata de reducir en 15.000 millones de euros más el gasto público durante los próximos dos años. Esta medida estará en vigor hasta el 31 de diciembre de 2011.

Por su parte, las operaciones a corto plazo "concertadas para cubrir situaciones transitorias de financiación" deberán quedar canceladas a 31 de diciembre de cada año.

El órgano de dirección de la FEMP estudiará "criterios objetivos" para que los regidores y cargos públicos locales puedan aplicar en sus retribuciones las medidas de reducción salarial, impulsadas por el Gobierno.

La actitud con la que acudan a esa reunión los alcaldes del PP es aún una incógnita, aunque distintos dirigentes populares ya han dicho que no obstaculizarán medidas de austeridad que contemplen la rebaja de los sueldos más elevados.

De hecho, el Grupo Parlamentario Popular se ha pronunciado a favor del recorte de los sueldos de los diputados y está a la espera de conocer la propuesta concreta de la Cámara para expresar su postura.

Por su parte, Castro ha venido afirmando que la situación actual requiere "responsabilidad y solidaridad" de todos los responsables y trabajadores públicos y ha reclamado en numerosas ocasiones al primer partido de la oposición que "arrime el hombro".