Zapatero se posicionó así al ser preguntado en la rueda de prensa posterior a la Cumbre UE-Carifórum por el anuncio que hizo dos horas antes de que el objetivo "inmediato" del Gobierno era la reforma laboral, así como por los mensajes de desconfianza hacia su Ejecutivo que están trasladando las centrales sindicales. A éstas, el presidente les quitó importancia señalando que "más allá de las declaraciones", le consta que UGT, CCOO y la patronal "están trabajando a toda rapidez" para alcanzar ese acuerdo.

En lo que a él respecta, deseó que el acuerdo "se concrete cuanto antes" y se traslade a un "texto normativo", pero, pese a asegurar que "el Gobierno está trabajando" para ello, no quiso precisar si intervendría en caso de que no se firmara. Según comentó, los agentes sociales "han puesto un plazo", el del 30 de mayo, que al Ejecutivo le parece "razonable". Por ello, llamó a "ser prudentes" y señaló que "aún quedan días".

En cualquier caso, Zapatero aseguró que "la sociedad española sabe que es necesario" acometer la reforma laboral, y que lo mismo piensan los analistas y los organismos internacionales. Ahora bien, de todas las posibles reformas, dictaminó: "La mejor será la que más apoyo tenga". Para terminar, el presidente del Gobierno reiteró su confianza en que "se pueda lograr" y dijo que "el Gobierno va a poner todo" de su parte para que así suceda.