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7.000 FAMILIAS DAMNIFICADAS POR EL "STAN" CONTINÚAN EN ALBERGUES SEIS MESES DESPUÉS DEL HURACÁN QUE ARRASÓ GUATEMALA

MADRID
SERVIMEDIA

Seis meses después de que el huracán "Stan" arrasara Guatemala, Fundación Intervida denunció hoy que todavía hay más de 7.000 familias viviendo en albergues que a menudo no tienen ni electricidad.

Además, muchas carreteras siguen en mal estado, por lo que quedan comunidades aisladas. Los niños y adultos sufren secuelas psicológicas de este desastre y tienen mucho temor a la época de lluvias que empezará en breve. Los damnificados protestan y reclaman ayudas urgentes que tan sólo recibieron en los primeros momentos de la emergencia, señala la organización humanitaria.

En Guatemala, cerca de 12.000 familias perdieron sus viviendas. Algunas de estas familias decidieron alojarse con familiares pero más del 58% están viviendo en 4.000 albergues transitorios establecidos por el Gobierno con ayuda de varias organizaciones.

Según el Gobierno, se está gestionando la construcción de 12.000 viviendas para esas familias, pero se espera que tendrán que pasar varios meses hasta que la entrega de esas casas pueda materializarse.

Los departamentos más afectados por el "Stan" fueron San Marcos, Quetzaltenango y Sololá. A este último pertenece el municipio de Nahualá, donde Intervida ha realizado un diagnóstico de la situación de nueve comunidades que actualmente están viviendo en asentamientos temporales.

Estos albergues temporales, de estructura de madera y techo de láminas de zinc, tienen un espacio de unos ocho metros cuadrados para cada familia. Según las conclusiones del diagnóstico, los servicios básicos no son suficientes para cubrir las necesidades de esta población porque, por ejemplo, ninguno cuenta con un sistema de agua potable establecido ni duradero, sino que se abastecen mediante camiones cisterna que llenan los depósitos.

Además, muchos asentamientos carecen de electricidad: en Nahualá solamente dos de ellos cuentan con este servicio, mientras que unas 1.236 familias están usando candil y candelas. Aparte de la urgente solución que requiere la falta de viviendas, hay también numerosas carencias en materia de infraestructura escolar y vial, sistemas de agua potable, así como necesidades de apoyo en el sector agrícola, que constituye la principal actividad económica para muchas familias, denuncia la ONG.

Tras la catástrofe, la mayoría de los cultivos se perdieron y desde entonces las familias se han alimentado de sus reservas y de la ayuda de organismos internacionales, como el Programa Mundial de Alimentos. Todavía hoy quedan comunidades incomunicadas a las que no se puede acceder con un vehículo, sino caminando varios kilómetros a pie.

Ante esta situación, Intervida está trabajando para que las comunidades normalicen sus vidas cuanto antes, con proyectos destinados a la rehabilitación de sistemas de agua potable dañados y con actuaciones que mejoren la seguridad alimentaria de la población. Además, se han iniciado acciones de reconstrucción de la infraestructura escolar en coordinación con el Ministerio de Educación de Guatemala.

También se está estudiando la posibilidad de apoyar en la dotación de vivienda mínima, en aquellos lugares en los que las autoridades locales logren legalizar los terrenos.

(SERVIMEDIA)
04 Abr 2006
SBA