MADRID

70 RECLUSOS DE UNA CARCEL GUINEANA PODRIAN MORIR DE HAMBRE, SEGUN DENUNCIA AMNISTIA INTERNACIONAL

MADRID
SERVIMEDIA

Un total de 70 reclusos de la cárcel de Black Beach de Malabo, en Guinea Ecuatorial, están expuestos a morir de hambre, después de que las autoridades de la prisión hayan suspendido el suministro de alimentos.

Según denuncia Amnistía Internacional, muchos reclusos de Black Beach están ya muy débiles "debido a las torturas y malos tratos que han sufrido o a enfermedades crónicas para las que no reciben la debida atención médica".

Entre los que mayor peligro corren figuran 11 extranjeros condenados a prisión en noviembre de 2004 y decenas de ciudadanos de Guinea Ecuatorial detenidos por motivos políticos y recluidos sin cargos ni juicio, según la información de la ONG.

Asimismo, a muchos de los reclusos se les impide todo contacto con sus familias, abogados y representantes consulares.

"Este riesgo inminente de morir de hambre, la falta de atención médica y las espantosas condiciones de reclusión indican de manera vergonzosa que las autoridades de Guinea Ecuatorial no cumplen las obligaciones más básicas que han contraído en virtud del derecho internacional. Si no se hace algo de inmediato, muchos de los presos de Black Beach morirán", asegura el director del Programa para Africa de Amnistía Internacional, Kolawole Olaniyan.

Según los datos que maneja Amnistía, los alimentos proporcionados por las autoridades se redujeron en diciembre de 2004 de una taza de arroz diaria a uno o dos panecillos, y desde el final de febrero de 2005 sólo se ha suministrado comida esporádicamente.

Por ello, AI pide a las autoridades guineanas que proporcionen "de inmediato y de manera habitual" a los reclusos alimentos adecuados y la atención médica que puedan necesitar. Además, reclaman poner fin al régimen de incomunicación y que permitan a organizaciones internacionales humanitarias, como el Comité Internacional de la Cruz Roja, el acceso a los presos.

(SERVIMEDIA)
14 Abr 2005
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