Dicha investigación hizo un seguimiento de 3.079 personas de 75 años en adelante durante un período de seis años, durante los cuales los participantes anotaron cuidadosamente sus hábitos de consumo de alcohol en tres categorías: nada, de 1 a 7 vasos a la semana, de 8 a 14 y más de 14.

Los participantes se sometieron a chequeo cada seis meses, observándose que aquellos que consumían uno o dos vasos de alcohol al día, sobre todo vino, tenían un riesgo de desarrollar la dolencia neurodegenerativa un 37% menor.

En cambio, entre los participantes que ya presentaban pequeños problemas de memoria al inicio del estudio y consumían 14 vasos por semana o más, el riesgo de alzheimer llegaba a duplicarse con respecto a los que no consumían alcohol.