Zapatero se enfrentaba en la sesión de control a una pregunta de Ridao sobre la "crisis institucional abierta" por el "bloqueo de que es objeto la renovación del Tribunal Constitucional (TC)".

El presidente recordó que esa renovación "no está al alcance exclusivo del PSOE", sino que tiene que ser fruto de "un acuerdo" con el primer partido de la oposición. "Mi deseo es que se renueve cuanto antes, pero no a cualquier precio", afirmó Zapatero.

Según dijo, la renovación tiene que servir "para mejorar la responsabilidad y el funcionamiento de la institución" y "cuanto más hablemos" de esa renovación, "más difícil será".

El presidente insistió en que sólo en un "escenerio de serenidad y discrección" hay posibilidades de llegar a acuerdos, y se comprometió nuevamente a estudiar la iniciativa del Parlamento catalán, que solicita la renovación del TC.

Ridao preguntó al presidente por qué entonces no se trató este asunto en la reunión que mantuvo con el presidente del PP y le acusó de tratar de "evitar que estalle la bomba" de una sentencia "catastrófica" antes de las elecciones catalanas, para no convertirlas en "un referéndum sobre la viabilidad del Estado autonómico".

Cuando esa sentencia se produzca, advirtió el portavoz independentista, y "con la exclusión del catalanismo del pacto constitucional, lo que marcará el futuro de Cataluña será su derecho a decidir, y no lo que diga el Tribunal Constitucional".

Zapatero concluyó encontrando paradójico que sea precisamente ERC, que no votó a favor del Estatuto, la que lo defienda ahora con ardor y reiteró su plena confianza en la constitucionalidad del texto y en el respeto al TC.