Asegura que los PGE 2017 no frenarán la desaceleración de la actividad económica en términos reales, "cuyo ritmo bajará desde el 3,2% de 2016 al 2,5% previsto por el Gobierno para este año".

Además, indica que la mejora de la recaudación y la rebaja del déficit público se fían al aumento de la inflación y a la no compensación de la subida de los precios en el salario de los empleados públicos y en las partidas de gasto social (pensiones, subsidios, becas y ayudas).

"La inflación aumentará la base imponible de los impuestos y con ella la recaudación, y el gasto público no consumirá este incremento de recursos, gracias a que la inflación no se compensará en los salarios y las transferencias públicas a las personas. Es decir, el Gobierno mejorará el saldo de las cuentas públicas a costa de la pérdida de poder de compra de los empleados públicos y las personas receptoras de gasto social", añade.

Si se confirma que la inflación cerrará el año en el 2,2%, los empleados públicos perderán 1,2 puntos de poder adquisitivo, y los pensionistas, 1,95 puntos, el doble de lo que han perdido a lo largo de toda la crisis.

Por otra parte, CCOO destacó que la recaudación de ingresos prevista para este año en el proyecto de Presupuestos (200.963 millones de euros), a pesar de tener el mismo nivel nominal que en 2007, tiene un poder de compra un 15% inferior como resultado del alza de los precios, por lo que “no se ha alcanzado el nivel de recaudación previo a la crisis”.

Asimismo, el sindicato indicó que “la oferta extraordinaria de empleo público, aunque es una buena noticia, no sólo no supone la ampliación de la plantilla pública, sino que ésta se seguirá reduciendo, pues la tasa de reposición no es del 100% para todos los colectivos”.

Finalmente, el sindicato rechazó que no se haya consultado a los agentes sociales previamente a la presentación de los PGE y anunció que sus enmiendas las harán a través de los grupos parlamentarios.