Garzón subrayó en rueda de prensa que Felipe VI es rey de forma "prematura" debido a una "crisis de régimen muy profunda" que alteró el funcionamiento de las instituciones con la irrupción de nuevos movimientos sociales y nuevas formaciones políticas que respondían a un "clima de impugnación del sistema".

La monarquía, relató, quiso "protegerse" de todo ello mediante una sucesión dinástica y el intento de "dejar atrás" a personas "absolutamente vinculadas" a la institución pero que estaban "demasiado empantanadas" en casos de corrupción.

A pesar de ello, considera que la política del rey Felipe VI es "continuista" con la de su padre. A su juicio, es "evidente que ha continuado el legado" y prueba de ello es su papel "central" en la intermediación entre empresas españolas y países "casi feudales que no respetan los derechos humanos", como Arabia Saudí.

Garzón denunció que los parlamentarios, y por tanto los ciudadanos, "desconocemos absolutamente" el carácter de esa interlocución porque tanto la Constitución como el Reglamento del Congreso de los Diputados impiden preguntar sobre las acciones del Rey.

Garzón sentenció que el Monarca con sus acciones ha "legitimado" ese régimen al preferir "comerciar" con él a denunciarlo.