Alvira, que compareció ante la comisión del Congreso de los Diputados que trabaja para conseguir un pacto de Estado social y político por la educación, rechazó que este tipo de aportaciones sean un instrumento para expulsar de la enseñanza concertada a los alumnos con menos recursos, ya que opinó que "mientras sean voluntarias nada hay que objetar. La ley prohíbe a los centros obligar a los padres en este terreno”.

Dijo que "si de verdad se quieren hacer innecesarias dichas contribuciones, basta con aumentar la dotación de los conciertos”, cuyos módulos por alumno ha caído un 18% durante los años de crisis.

Según Alvira, este razonamiento es una de las estrategias utilizadas para desprestigiar la escuela concertada. Otras tienen que ver con el supuesto rechazo del alumnado inmigrante (la red pública acoge al 82% de estos estudiantes, pero también escolariza a casi el 70% del alumnado general) o con la menor presencia de estudiantes con necesidades especiales, que manifestó están sobrerepresentados en los colegios concertados.

Asimismo, rechazó que los centros católicos reciban subvenciones "por ser religiosos y tener privilegios” y aseguró que se les “subvenciona por el hecho de ser colegios, como otros tantos"

En cuanto a la consecución de un pacto de Estado educativo, Alvira pidió que se limite a "cuestiones pedagógicas, organizativas o culturales". A su juicio, escuela pública y concertada deben ser complementarias, por lo que un acuerdo que sólo se ocupe de la pública y excluya a la concertada "no tiene ningún sentido. No sería un pacto de Estado”.

Afirmó que el artículo 27 de la Constitución, que garantiza el derecho a la educación y a la libertad de enseñanza, debe constituir el corazón del nuevo acuerdo, junto a los distintos tratados internacionales firmados por España y algunas sentencias del Tribunal Constitucional

En la sesión de hoy, además de Alvira intervinieron los secretarios generales de los sindicatos FSIE y USO, quE defendieron la complementaridad de la escuela concertada y pidieron una mejora económica de los conciertos. También lamentaron la estigmatización de los centros religiosos y concertados que desde ciertos sectores señalaron que se lleva a cabo con la excusa de defender a la escuela pública.