Grefa ha colocado 2.000 nidales en Castilla y León para rapaces que cazan topillos

- Es una alternativa al uso de raticidas o las quemas de vegetación

MADRID
SERVIMEDIA

El Grupo para la Recuperación de la Fauna Autóctona y su Hábitat (Grefa) ha instalado unos 2.000 nidales o cajas nido en Castilla y León desde 2009 para favorecer la reproducción de aves rapaces depredadoras de ese roedor, como el cernícalo vulgar, la lechuza común y el mochuelo europeo.

Esta ONG señaló este martes en un comunicado que más de 30 municipios de las provincias de Ávila, Burgos, Palencia, Salamanca, Segovia, Valladolid y Zamora se han beneficiado ya de esta medida, que pretende ser una alternativa ‘blanda’ al uso de venenos químicos, cuya aplicación en los medios agrícolas afecta gravemente a muchas especies silvestres de importancia ecológica o cinegética.

Sólo en 2016, Grefa colocó medio millar de nidales, la mayoría en cuatro nuevos municipios que se unieron al proyecto el año pasado: Macotera (Salamanca), Morales de Toro (Zamora), Villafruela (Burgos) y Sauquillo de Cabezas (Segovia).

El proyecto de control biológico de topillo campesino de Grefa cuenta con la colaboración técnica del Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León (Itacyl), y la Junta de Castilla y León, y el apoyo del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, y la Diputación de Segovia.

El topillo campesino causa graves daños en los cultivos agrícolas de Castilla y León durante los años en los que esta especie de roedor experimenta explosiones demográficas. Los sistemas tradicionales de control de las plagas cíclicas que experimenta el roedor cada cierto número de años están aún basados en la aplicación de rodenticidas anticoagulantes altamente tóxicos, como la bromadiolona, según expuso Grefa.

“Esta medida para erradicar el topillo, unida a las quemas de vegetación en linderas, arroyos y cunetas, supone una agresión gravísima que no para de repetirse cada varios años y provoca irremediables consecuencias a las especies salvajes vinculadas a los ecosistemas agrarios”, indicó Fernando Garcés, secretario general de Grefa.

Los expertos calculan que una sola pareja de cernícalo vulgar puede llegar a capturar unos 700 topillos durante la temporada de cría. La instalación de cajas nido para esta especie y otras con una dieta similar, cada una de las cuales va colocada sobre un poste de madera de casi cinco metros de altura que se clava en las márgenes de los campos agrícolas, es la principal medida del proyecto, pero no la única.

En 2016, Grefa organizó decenas de reuniones y charlas con agricultores y vecinos de los municipios colaboradores en Castilla y León para informarles de las fórmulas de gestión preventiva de las plagas de topillo y concienciarles de la necesidad de potenciar la biodiversidad para mantener el equilibrio en los ecosistemas agrarios.

Esta actividad de divulgación y sensibilización se ha apoyado, gracias a un convenio con el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, en una exposición itinerante que ha estado dos años rotando por varias localidades castellanoleonesas.

(SERVIMEDIA)
28 Feb 2017
MGR/gja