Zapatero da por hecho el compromiso de Rajoy para facilitar las fusiones de cajas antes del 30 de junio

- Argumenta que la reducción del déficit no puede ser “drástica” porque mermaría la recuperación

MADRID
SERVIMEDIA

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, da por hecho el compromiso “al máximo nivel” del líder del PP, Mariano Rajoy, para facilitar las fusiones de cajas de ahorros antes del 30 de junio, y otorga “gran trascendencia” al acuerdo alcanzado este miércoles para modificar la ley básica que regula su funcionamiento como elemento esencial para consolidar la recuperación económica.

Después de reunirse durante algo más de dos horas con Rajoy, el presidente matizó en rueda de prensa una afirmación que minutos antes había formulado el líder del PP, en el sentido de que la aplicación del FROB depende fundamentalmente del Gobierno y del Banco de España.

El presidente argumentó que el Gobierno aprobó el marco regulador y los recursos en junio del año pasado y hay “cuestiones políticas y territoriales” que dificultan las fusiones de las cajas que aún tienen pendiente su restructuración, y que el Ejecutivo calcula en un tercio del total.

Más allá de esa matización, lo importante para el presidente es que de la reunión salió un “compromiso al máximo nivel” para facilitar esas fusiones por parte de quienes tienen la representación política también en los gobiernos autonómicos, a los que “gusta opinar en esto” como resulta “elocuente” en el caso de las cajas gallegas.

El presidente valoró especialmente el hecho de que el sistema financiero español haya demostrado fortaleza y solvencia a pesar de la crisis, y de que la reforma se haya emprendido “sin traumas” y ahora se culmine con las fusiones pendientes y con una reforma de la ley básica antes de tres meses.

Para ello, precisó, el Gobierno redactará una propuesta que enviará al PP para cerrar el acuerdo, sobre la base de que hay coincidencia en los aspectos esenciales que debe contener esa reforma en cuanto a refuerzo de la independencia y la profesionalización de los órganos de gobierno de las cajas.

En ambos acuerdos, el presidente reivindicó para el Gobierno la convocatoria del diálogo con el PP y también con las demás fuerzas políticas en otras materias acordadas anteriormente, y también la capacidad de formular propuestas.

Las discrepancias fundamentales que persisiten entre el Gobierno y el PP se centran en el calendario de reforma laboral, que Rodríguez Zapatero sigue supeditando al acuerdo entre agentes sociales y que el PP considera necesario agilizar en todo caso; y en los mecanismos de reducción del déficit.

El presidente defendió en ese sentido su tesis de que no es coherente por parte del PP reclamar una mayor reducción del gasto público mientras ese partido reúne a sus alcaldes para reclamar más recursos, o mientras se pide la prórroga de las ayudas al sector del automóvil.

Pero, sobre todo, reiteró que el objetivo de situar el déficit en el 3% en 2013 se cumplirá, y se hará de forma equilibrada, “no drástica”, de forma que no perturbe sino que facilite la recuperación económica y la senda del crecimiento. Hacerlo como recomienda Rajoy, sentenció, sólo retrasaría la salida de la crisis.

Rodríguez Zapatero otorga gran relevancia al acuerdo con el PP sobre la aportación española al plan de rescate de Grecia por entender que se trata una decisión de Estado de largo alcance para España y para el futuro del euro.

En este sentido, expresó su confianza y su disposición para que la reunión de los mandatarios de la zona euro el próximo viernes no sólo sirva para ratificar el plan de rescate de Grecia sino para solemnizar un compromiso a favor del euro, y del modelo social europeo que comporta.

Rodríguez Zapatero insistió ante Rajoy y también públicamente en que España tiene ya “los primeros datos positivos” que indican la recuperación económica, como producción industrial, consumo, ingresos del Estado, y “aún muy tímidamente, nos va a costar mucho”, recuperación del empleo.

“Son datos, no rumores, no hipótesis”, insistió, y por ello defendió que hay “motivos para la confianza” y también para la estabilidad de los mercados, cuyos movimientos especulativos achacó a los problemas de endeudamiento y a la respuesta que se ha dado específicamente a la situación de Grecia.

(SERVIMEDIA)
05 Mayo 2010
CLC/PAI