El aumento de la pena fue introducido por el fiscal durante la fase de conclusiones de la tercera jornada del juicio que la Sección Tercera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional está celebrando contra los presuntos etarras Igor Portu, Mattin Sarasola y Mikel San Sebastián, acusados de ser los autores materiales del atentado de la T4 de barajas, perpetrado el 30 de enero de 2006, que causó la muerte a los ciudadanos ecuatorianos Diego Armando Estacio y Carlos Alonso Palate.

Además, tres de las acusaciones particulares personadas en el juicio pidieron que el Estado sea el reponsable civil subsidiario al considerar que los mecanismos de seguridad del Estado no funcionaron "correctamente" al no llevar a cabo una adecuada vigilancia en el aeropuerto madrileño, permitiendo que los presuntos etarras aparcaran en varias ocasiones en los aparcamientos de Barajas.

No obstante, la sala rechazó de plano esta medida acusatoria porque "no se puede inculpar a alguien de forma sorpresiva", ya que no ha sido presentada a tiempo, y su admisión, según el presidente del tribunal, Alfonso Guevara, supondría "la anulación" del juicio.

LLAMADAS DE ALERTA

Por otro lado, peritos del servicio de acústica e imagen de la Guardia Civil declararon durante el juicio que existe un 98% de posibilidades de que, de los cuatro componentes del comando Elurria, fuera Portu quien realizara las llamadas de aviso de bomba en la T4 de Barajas. Este análisis fue obtenido, según los guardias civiles, de una de las tres llamadas de alerta que los presuntos etarras realizaron para alentar de la colocación de la furgoneta bomba.

A las 07.53 horas, el supuesto etarra llamó a los bomberos de Madrid , "en nombre de ETA", para "advertir" de la colocación de una "potente" bomba en el parking D de l terminal 4 del aeropuerto de Barajas. Además, Portu aportó datos sobre la matrícula de la furgoneta-bomba, detalló el tipo de vehículo y advirtió de que "cualquier" intento por desactivarla supondría una "prueba de irresponsabilidad" por parte de los oyentes.

Asimismo, dos miembros de grafística de la Guardia Civil ratificaron durante el juicio que el folio encontrado en la casa de Igor Portu donde aparecía el teléfono de los bomberos de Madrid, a los que llamaron para advertir de la colocación de la bomba, fue manuscrito por Portu.