El Supremo confirma los 26 años de prisión para el asesino de Carlos Palomino
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El Tribunal Supremo ha confirmado la condena a 26 años de prisión impuesta al ex militar Josué Estébanez por el asesinato del joven antifascista Carlos Palomino, que tuvo lugar en la estación de metro de Legazpi, en Madrid, el 11 de noviembre de 2007.
Los magistrados de la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo han desestimado el recurso interpuesto por Estébanez y han confirmado la sentencia dictada por la Audiencia Provincial de Madrid en octubre pasado.
La resolución de la Audiencia de Madrid destacó la “intransigencia y desprecio contra las personas de pensamiento opuesto” demostrada por Estébanez en el asesinato, así como la “ausencia de síntomas de arrepentimiento” y la “actitud impasible” que demostró el acusado durante el juicio.
Los magistrados de la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo avalan las tesis de la Audiencia Provincial y la aplicación del agravante de motivación ideológica aplicada a la condena de Estébanez, según consta en la sentencia hecha pública hoy.
A la hora de determinar la ideología neofascista del agresor, el Alto Tribunal destaca que el ex militar acudía el día del asesinato a una manifestación convocada por la ultraderechista Democracia Nacional y que tanto su estética como los gestos y gritos que profirió tras apuñalar a Palomino son “de acentuada tradición nazi”.
Todos estos elementos “evidencian la ideología del acusado” y “avalan que las extremas discrepancias de pensamiento constituyeron el móvil que guió la agresión”.
APUÑALAR A CUALQUIERA
Por otro lado, el Tribunal Supremo niega que Estébanez actuase en legítima defensa, tal y como sostenía la defensa. El ex militar alegó en su recurso que temía por su vida al encontrarse rodeado “por más de diez personas con indumentaria ultra y que le miraban malencaradamente”.
Los magistrados rechazan de plano este argumento e indican en la sentencia que “el apuñalamiento y muerte de Palomino no respondía al intento del acusado de evitar un grave peligro para su vida o su integridad física”.
En este sentido, el Alto Tribunal señala que el ex militar, al percatarse de la presencia de Palomino y sus compañeros en el andén, sacó su arma y la ocultó “a la esperaba de atacar con cualquier excusa a cualesquiera de las personas que por su estética consideraba antifascistas”.
“Desde que Carlos entra en el vagón hasta que recibe la puñalada transcurren seis segundos, durante los cuales lo único que hizo fue mirar al acusado y tocarle la sudadera, acción absolutamente irrelevante para sustentar la pretensión del recurrente”, señala la sentencia.
Además de los 26 años de prisión, el ex militar ha sido condenado a indemnizar con 92.257 euros a la madre de Palomino, María Victoria Muñoz, y con 67.096 euros al padre.
(SERVIMEDIA)
05 Mayo 2010
DCD/caa