Desarticulada una organización dedicada al expolio y tráfico de aves protegidas
- Han sido recuperados veinte halcones peregrinos vivos y varios muertos y congelados
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Agentes de la Guardia Civil de Madrid, con destino en el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona), han culminado en los últimos días la denominada operación "Real", que ha propiciado la detención de cuatro personas por comerciar con especies protegidas expoliadas del medio natural.
Según informó este miércoles la Comandancia de la Guardia Civil de Madrid, los detenidos expoliaban nidos situados en la zona centro de la Península Ibérica (Salamanca, Madrid y Guadalajara), comerciando después con los pollos. En la operación han sido recuperados veinte halcones peregrinos vivos y varios muertos y congelados.
La operación "Real" comenzó en junio de 2008, cuando en los seguimientos que realiza el Seprona a través de anuncios insertados en páginas web especializadas en el sector de la cetrería descubrió la oferta de un pollo de águila real y otro de halcón peregrino, lo que hizo saltar las alarmas ante la posibilidad de que pudiera tratarse de un comercio ilegal.
Tras un exhaustivo seguimiento de este anuncio, los agentes lograron localizar un domicilio en Fuenlabrada, cuyo titular tenía dadas de alta en la Comunidad de Madrid varias rapaces, por lo que se decidió realizar una inspección ante las fundadas sospechas de que el titular estuviera realizando algún tipo de actividad ilícita, concretamente el expolio y posterior comercialización de los animales.
La inspección se saldó con la detención de esta persona, a la que se le imputó un delito contra la flora y la fauna, y la intervención de nueve animales vivos (ocho halcones peregrinos y un gavilán) y varios animales congelados (ánades reales, patos, pollos, mirlos, urracas, halcones peregrinos, un águila real y un gavilán).
En la inspección de la vivienda, además de todos estos animales, que no tenían ningún tipo de documentación o anilla, e incluso a alguno le habían seccionado una pata, también fue intervenido material de escalada, como cuerdas, mochila y saco de dormir.
Un exhaustivo análisis de todo lo encontrado e intervenido en el domicilio de esta persona, permitió a los agentes del Seprona desenmarañar un entramado que se dedicaba al expolio de nidos de aves, principalmente de halcón peregrino, ubicados en las provincias de Salamanca, Guadalajara y Madrid.
ÚLTIMA FASE
La última fase de la investigación se inició hace dos meses, tras detectarse un posible expolio en un nido de halcón peregrino situado en Muriel (Guadalajara); y culminó a finales de la pasada semana en un dispositivo realizado íntegramente en la Comunidad de Madrid, que se saldó con la detención de tres personas más.
Una de ellas fue arrestada cuando se disponía a emprender un viaje hacia el sur de la península portando tres pollos de halcón peregrino procedentes del expolio de Guadalajara.
En los cuatro registros domiciliarios efectuados fueron intervenidos seis halcones peregrinos, seis pollos de halcón peregrino, trece huevos de halcón peregrino, una incubadora, redes para captura de rapaces, cepos metálicos, diversa documentación CITES y material de escalada (mochila, cuerdas y arneses).
Todos los animales intervenidos, la mayoría protegidos por convenios nacionales o internacionales, se encuentran en el Centro de Recuperación de Rapaces de la Comunidad de Madrid, situado en Tres Cantos, habiendo colaborado personal de la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio en el reconocimiento y traslado de las rapaces.
Según la Guardia Civil, la actividad de estos grupos de expoliadores de nidos de aves se inició en el mes de febrero, cuando ubicaron los nidos de las rapaces, que suelen estar situados en zonas escarpadas y de difícil acceso, por lo que deben poseer conocimientos de escalada para lograr acceder a ellos.
El nido es sometido a constante vigilancia para asegurarse del emparejamiento de las rapaces y la puesta de huevos. Los expoliadores actúan de dos formas: o bien sacan el huevo del nido y lo incuban de forma artificial, o bien esperan a que salgan los polluelos, dejándolos con su madre durante una semana, sacándolos después del nido para que los críe una hembra en cautividad que los adopta.
Una vez que han conseguido sacar los animales adelante, empiezan la tarea de comercialización, teniendo ya previamente a los compradores de la mercancía y oscilando los precios entre los 600 y los 5.000 euros, dependiendo de la especie a comerciar.
(SERVIMEDIA)
05 Mayo 2010
NLV/caa