A juicio del dirigente de UPyD, dejarle a ETA la decisión de dejar el terrorismo "es como si se dijera que la decisión de impedir un atraco hay que dejársela al atracador". Según Martínez Gorriarán, lo que implica ese planteamiento "es lo de siempre: es volver a dar razones a ETA, legitimar la violencia y dejar a la banda la decisión final sobre qué ocurre con el terrorismo".

"ETA no tiene que certificar nada", aseveró. "Todos nos daremos cuenta de que la violencia se ha acabado cuando, efectivamente, se haya acabado, no cuando los asesinos nos digan que lo dejan". "Es el mayor autoengaño que se puede cometer: creer que el final de la violencia es una decisión que corresponde a quien la ejerce", sentenció.

Al portavoz de UPyD no le convenció ni siquiera el argumento de Erkoreka de que, en una situación de fin de la violencia no atestiguada por la propia ETA, " siempre nos preguntaríamos si habríamos de desarticular o no el dispositivo de seguridad y los escoltas". Le contestó con una analogía gráfica. "Es como si dijéramos: vamos a mantener en el Mediterráneo las patrullas contra los piratas berberiscos, porque no nos han dicho que lo dejan. Es que ya nos hemos dado cuenta todos de que no hay piratas berberiscos. Son cosas de las que nos damos cuenta porque suceden, no porque alguien las dicte", explicó.

Además, subrayó Martínez Gorriarán, "con esa tesis, el final de ETA sería imposible, porque ETA jamás dirá que se disuelve y, por lo tanto, el argumento es exactamente el contrario de lo que dice Erkoreka: siempre tendríamos que actuar como si ETA siguiera existiendo".

Finalmente, sobre la posición actual del partido de Erkoreka, el responsable de Comunicación y Programa de UPyD diagnosticó: "El PNV siempre ha jugado a lo mismo. Por un lado se presenta como partido de orden institucional y por otro abre dudas sistemáticas sobre la democracia, deslegitimando las instituciones en las que el propio PNV está, y además pugna por atraerse al electorado de Batasuna, sin ninguna duda". Como consecuencia de todo, lamentó: "Con el PNV siempre estamos viviendo una situación de provisionalidad".