Será la décimoprimera reunión entre ambos, la tercera de esta legislatura, un año y medio después de la última, en octubre de 2008, y cuando desde hace meses se habla de un encuentro entre ambos dirigentes para tratar de desbloquear asuntos pendientes y buscar acuerdos en diferentes ámbitos.

Fue Rodríguez Zapatero el que telefoneó a Rajoy el sábado para proponerle esa reunión con dos asuntos sobre la mesa: el plan de rescate de Grecia, al que España aportará 9.800 millones de euros en tres años, y la reforma del sistema financiero español, sobre el que el presidente conversó hoy mismo con el presidente de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA), Isidro Fainé.

Desde el Gobierno y desde el PSOE argumentan que esos asuntos son cruciales para la recuperación económica y se sitúan por ello entre las preocupaciones de los ciudadanos, y limitan a ellos la agenda de la reunión.

Rajoy tampoco tiene intención de poner sobre la mesa ningún asunto que pueda sorprender a su interlocutor. Cree que la crisis griega y la reestructuración del sistema bancario son suficientemente importantes como para centrar la conversación y, de hecho, piensa que Zapatero le ha convocado después de año y medio sin verse en La Moncloa porque ambas son "situaciones complicadas" para el Ejecutivo, tanto por los 9.800 millones de euros que va a gastar en ayudar al vecino comunitario como por las fusiones que van a producirse entre cajas y bancos.

El Gobierno y la dirección del PSOE han lanzado ya varios mensajes a Rajoy para solicitarle una actitud leal en esa reunión sobre la base de que los ciudadanos quieren ver a sus dirigentes políticos "empeñados" en sacar juntos a España de la crisis, y desde el PP aseguran que su líder irá con "el ánimo más constructivo posible" y con la intención de "intentar ayudar en lo que pueda" a paliar los efectos de la crisis económica.

Sin embargo, añaden que llevará un mensaje claro para el presidente del Gobierno, en el sentido de que debe "tomar buena nota" de lo ocurrido en Grecia y tomar medidas, porque "cuando uno no hace reformas, viene otro y te las hace".

En todo caso, Rajoy irá a la reunión a escuchar al presidente sin proponerle medidas concretas, porque considera que eso es lo que hizo en las conversaciones de Zurbano y más recientemente en el Parlamento sin que Rodríguez Zapatero se haya mostrado dispuesto a aceptar sus sugerencias.